lunes, 4 de abril de 2011

Sexo, zapatos y JB

Lo aburrido que pueden ser algunos fines de semana y lo entretenidos que llegan a ser otros. La dualidad latente en nuestras vidas se demuestra hasta en lo mas, aparentemente, superficial. Pasamos de la tristeza a la alegría en días, horas y a veces hasta en minutos. De llevar dieta estricta para quitar esos kilos de mas durante la semana laboral al despendole culinario durante el “finde”, del agua al JB. De aquellas tardes de sofá y manta al no parar de este inicio de primavera en la que la sangre parece que al fin se me altera… y de que manera.

Vivimos en el país del Sol eterno, el naciente es de los japoneses. Aquí parece lucir mas horas que en ningún sitio y eso nos da esa alegría que forma parte de nuestro carácter, para lo bueno y para lo malo. El viernes fue uno de esos días en el que el sol ya empezaba a calentar e invitaba a salir con menos ropa que hasta hace poco y comerse el mundo… aunque fuese de rodillas y sin tanta luz…

Pensar en todo lo que pueden dar de si dos días y medio da para un rato, entablar una charla con un desconocido que resulta de lo mas gratificante con cambio de teléfonos incluido, recordar conversaciones que te llevan a conocer a una nueva mejor amiga, o estar en el refugio del silencio hogareño desayunando tranquilamente sin prisas y que una llamada te cambie la tarde de pelis en el Dvd por otra de teatro con paseo incluido por una Gran Vía pasada por agua en la que solo faltaba Gene Kelly cantando y bailando bajo la lluvia. Esta calle de Madrid es la mejor de toda la ciudad, hasta lloviendo.

No se por que hacemos grandes planes algunas veces para intentar pasarlo bien si resulta que cuando mejor te lo pasas es hablando con tus amigos de toda la vida en la mesa de un bar, eso si, con banda sonora de chillidos de niños y con el maldito futbol en la tele a todo trapo de fondo, que mas se puede pedir. De como se puede mezclar en una conversación, o en varias a la vez, Spartacus, Manolo Blahnik, el spinning, la bella durmiente o la represión sexual solo hay una explicación si lo habéis vivido alguna vez. Es como estar con el mando de la tele haciendo zapping e intentar ver varios canales a la vez. Tertulias de bar de barrio en las que te puedes reír sin protocolos y donde lo mismo te comes un bocata de oreja que unas tostas de jamón y tomate ¿frito?

El domingo entre gota y gota estuve viendo Glorious la peor cantante del mundo en el pequeño Teatro Gran Vía, con Llum Barrera. Basada en un personaje real que vivió años 40 en Nueva York, aficionada a la Opera y empeñada en ser una gran diva a pesar de su carente talento al que suplía a base de llenar galas a fuerza de talonario, eso si, intentando cumplir su sueño. No intentéis ir a verla, ayer fue el último día de representación, en Madrid al menos, desconozco si hacen gira por el resto del país. Después un mojito en un nuevo bar en Chueca, en buena compañía y sin prisa pero sin pausa que hoy había que madrugar.

Alguien dijo una vez que los mejores placeres de la vida están en las pequeñas cosas, puede ser que por eso nunca consigamos llegar a ser felices, estamos tan preocupados ambicionando imposibles que no damos importancia a lo que ya hemos conseguido o que tenemos al lado y nos empeñamos en no ver.

Para otros placeres mejor grandes… o muy grandes, para gustos los tamaños, of course.
JB

1 comentario:

Nacho dijo...

Muy bonito, en tu linea. Agradecerte la tarde de teatro, que, aunque pasada por agua, fue de lo mas agradable, y eso te lo debo a ti. Un besazo...