jueves, 12 de septiembre de 2013

Oporto "Living la vida Low Cost"

Una calle estrecha, fachadas envejecidas que esconden edificios aún mas decrépitos a los dos lados. Una ferretería centenaria junto a un moderno establecimiento donde se vende cerámica de diseño a precio de oro. Un perroflauta bohemio sentado en el suelo mientras una señora tiende las bragas en un balcón. Un ejecutivo trasteando con el último modelo de Smartphone esperando el autobús junto a un señor que parece que va a encontrarse con un rebaño de cabras. Un bar de barrio, de esos cutres que todos conocemos, chorreando grasa de todas las partes y donde se come barato, al lado del edificio con mas solera y prestigio de la ciudad, el de la Bolsa. A pocos metros, la Plaça da Liberdade donde se atisba algo de ese cosmopolitismo mas europeo, o sea, global y aburrido o dicho de otra manera, cafés con terrazas mas convencionales, edificios de corte neoclásico o McDonalds... Algo que seguro ya has visto en mas de una ciudad del viejo continente.

Todo esto y mucho mas es Oporto, conocida por sus famosos vinos y segunda ciudad del país vecino detrás de la capital, Lisboa, aunque con mas encanto aún si cabe que ésta. Para gusto los colores.

Oporto es barato, alojarse es económico, se come bien sin tener que recurrir a los bocadillos o a la cadena de comida americana ya mencionada y de cuyo slogan he tomado el nombre para esta entrada (me pareció muy bueno), tomarse una copa por la noche no supone una ruina. En resumen, para estos tiempos de crisis continuas en los que vivimos es un destino mas que apetecible, por este motivo y por todo lo que la ciudad y sus alrededores ofrecen. Ciudades como Braga, Guimarães, Barcelos o Aveiro junto a las decenas de playas que puedes encontrar a poco minutos, algunas casi vírgenes sin edificios en kilómetros, son el complemento perfecto para pasar una muy buena semana de vacaciones. De todo esto hablaré y pondré fotos en otro tema mas adelante.

La eterna disyuntiva entre si es decadente o cutre, algo que también pasa en Lisboa, se encuentra a cada paso que das, y el ejemplo mas claro está en el mercado de Bolhao donde hay momentos que no sabes si estas en una ciudad europea o en otra de la Asia mas profunda. Un sitio muy especial al igual que la Ribera, a la orilla del rio, corazón vivo de la ciudad donde se concentra todo el turisteo que se precie. Lleno de restaurantes, puestos callejeros o estatuas vivientes. El fado y la bossanova se oye a partes iguales. Lugar de paseo con una impresionante vista del Ponte Dom Luis I, el mas viejo que cruza el rio Duero antes de llegar al Atlántico.
 
Para ver álbum pulsar en foto
Justo enfrente se encuentra Vila Nova de Gaia, población que tiene el privilegio de alojar las bodegas donde se hace uno de los vinos dulces mas reconocidos del mundo. Visita obligada a cualquiera de ellas, nosotros conocimos las Ferreira con degustación incluida (ya se que es muy de guiri pero es que en cuanto cruzas la frontera es lo que pasas a ser, eso si, sin sandalias y calcetines ¡Hasta ahí podíamos llegar!)

Reconozco que soy mas de calles y rincones que de museos o iglesias, para esto último ya estaba mi cuñada, empeñada en entrar en todas las que nos encontrábamos, por eso disfruté como un niño haciendo cientos de fotos y es que Oporto es muchas cosas pero sobre todo es fotogénica, te sorprende en cada instantánea. Podría decir aquello de que la adoras o la odias, pero esto último es imposible, se hace querer.