lunes, 21 de marzo de 2011

El largo e increíble proceso de transformación de la mujer en MADRE

Que la mujer tiene el instinto maternal prácticamente desde que nace es de sobra conocido por todos, hay muchas que reniegan de ello pero solo tenéis que ponerles un bebe cerca y ya veréis, se quedan secas de tanto babear. Antes o después les llega y es entonces cuando la naturaleza les empieza a jugar malas pasadas. Prácticamente desde el mismo momento que se quedan embarazadas dejan de ser mujeres para convertirse en una subespecie dentro del ser humano, que en nuestro país casi está en vía de extinción, las MADRES.

El primer síntoma del cambio sucede en cuanto se enteran que están en estado, después de faltarles la regla pasados unos días y ya lo confirman con el médico, la mano derecha deja de ser útil el 90% del tiempo por que pasa a servir casi en exclusiva para acariciar la tripa, no se si para dar seguridad, calor al bichejo que se está creando en su interior, o para que el resto de la manada en su misma situación se den por enteradas. Yo conozco una que fue enterarse y ya sentía pataditas ¿Pataditas de que, de algo que no es mas grande que una lenteja? y es que las hay muy exageradas.

La siguiente parte del proceso pasa por algo que ya decía anteriormente, agruparse con miembros en su mismo estado. Y aquí no solo entran las que están embarazadas, y da igual de cuantos meses, también todas aquellas que ya han sido MADRES aunque haga 70 años. Todas, absolutamente todas, tienen algo que contar y por supuesto, siempre teniendo razón. Las primeras luchas pasan por a ver quien ha vomitado más los primeros meses, a quien le han crecido mas las tetas y quien ha cogido mas kilos en el menor tiempo posible, eso durante el proceso, después será justo lo contrario, a ver en cuanto tiempo consiguieron quitarse todos esos kilos.

Otro síntoma inequívoco es que da igual lo inteligente que sean, la experiencia en la vida que hayan tenido o si Rajoy llega al gobierno después de un golpe de estado, nada es importante, no hay mas tema de conversación que su embarazo y pobre de ti como no les preguntes dos veces al menos al día, te borran hasta de la lista de amistades del facebook. Eso sin hablar de todo ese batiburrillo de cambios hormonales que tienen cada diez minutos que al igual que un gazpacho agrio, no hay por donde pillarlas. No quiero ni pensar en lo que puede ser un embarazo para los sufridos compañeros de las futuras MADRES, no entiendo como después de soportar tantos meses sin ahogarlas, haya parejas que se separen por tonterías al lado de esto.

Como si de una secta se tratase, vas notando como poco a poco se van separando del resto del grupo, dejan de hablar con los demás, la tripa les va creciendo… y las caderas… y las tetas, a algunas, hasta la cara. De repente un día desaparecen de nuestras vidas. Siempre hay alguien que te dice que ya no podían mas, que si tienen los tobillos como una pata de elefante, curiosamente en lo único que nunca te habías fijado que les crecía. Otros te dicen que se sentía muy pesadas y ya no podían ir a trabajar, el caso es que al cabo de pocos días llega la gran noticia, por fin han sido MADRES. Y claro, a uno, que es humano, le da mucha alegría por ellas pero por otra parte piensas que han dejado de formar parte de esta sociedad para pasar a otra en la que, al igual que un club privado, necesitas como condición indispensable ser MADRE para poder entrar.

A partir de ese momento, una vez logrado el cambio, dejan de llamarse por sus nombres y se les impone el glorioso título de ser LA MAMA DE… que es como serán conocidas por el resto de LAS MAMAS DE… compañeros de la guardería-colegio-universidad en el resto de años de sus vidas. Una vida que pasará por juntarse en plan conclave cada cierto tiempo en cumpleaños de los mocosos y festivales del cole para confabularse y así derrocar al profe de los niños por que les pone malas notas o se atreve a chillarles en clase. También pasará por largas charlas en el parque mientras juegan los pequeños y cuyo tema principal serán las diarreas de los críos y de si cagan verde o azul. De vez en cuando te llamaran, o hablaras con ellas pero cualquier tema al final terminará en lo mismo, niños, niños, niños. Eso si, no des tu opinión, “Tú no eres padre, no lo entiendes” te dirán.

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Para todas aquellas que aún estáis pensando en tener un bebé y que juráis y perjuráis que nunca seréis así, sabed que no lo conseguiréis, va implícito en el proceso, las hormonas es lo que tienen, que no las puedes controlar y al final entraréis en ese Club exclusivo y único en el que el resto de los mortales no tenemos acceso. Ni ganas de entrar. Pero que os quede clara una cosa, al menos por mi parte, siempre os respetaré, querré y echaré de menos aunque también me ría de la situación. Espero que no perdáis el humor al menos.


Quiero dedicar esto a Marta y a Flori, que son las últimas “desaparecidas” y que regresaran hechas unas MADRES totalmente transformadas en un futuro no muy lejano. Un besito para las dos.

martes, 15 de marzo de 2011

El Ave Fénix

Después de la tormenta llega la calma. Y no lo digo por los pobres japoneses donde no creo que les llegue, al menos en una temporada a pesar de que si hay un pueblo con paciencia es aquel. Parece que después de una etapa en mi vida convulsa y sin ninguna paz interior estoy consiguiendo llegar a un estado que se asemejaría a amarrar un velero en un puerto tranquilo para disfrutar del sol sin grandes complicaciones, retomar fuerzas y embarcarme en un nuevo viaje, que espero llegué pronto.

Nunca he sido de grandes aventuras, tampoco de improvisar ni de sorpresas, ni doy un paso sin saber si voy a pisar sobre firme. Durante unos años no seguí estas normas y aunque no me arrepiento de las consecuencias, tampoco ha salido todo como debería. Dejar bases para que a partir de ahora no me vuelva a pasar me parecería demasiado riguroso y hasta pretencioso, soy humano y no un ordenador con un programa predeterminado que depende a que tecla pulses así actúa. No se si el resto de la gente cuando va teniendo una edad se plantea su futuro a medio y largo plazo, ya sabéis, me caso a los 30, tengo un hijo a los 32, otro a los 34… etc. No creo que haya mucha gente que de hacerlo, le salga todo perfecto, es mas, seguro que no acierta ni la mitad. Por desgracia la vida no es como nos gustaría a cada uno, algo influirá que no vivamos solos en este mundo y que el resto también tenga algo que decir aunque no nos gustaría escucharles la mayoría de veces.

ave.fenixDicen que de los palos se aprende pero no las tengo yo todas conmigo, el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, e incluso mas. De las malas experiencias solo se aprende como esquivarlas si te vuelven a pasar y no siempre aprendemos bien, cada revés resulta que es diferente y eso no te lo cuenta nadie cuando eres joven. Imagino que de ahí que se diga que perdemos la inocencia, nos hacemos duros, demasiado casi siempre. Ojalá hubiese manera de arreglarlo, si alguien conoce la manera, que me lo diga.

El ave Fénix es aquel que después de arder resurge de entre las llamas aún mas hermoso que antes. Todos llevamos algo de ese pájaro en nuestro interior, para bien o para mal, malas experiencias tenemos todos y aquí seguimos, sobreviviendo e intentando renacer cada día. Y, seamos positivos, lo conseguimos ¿o no?, pues eso.

No os queméis mucho, que estamos en Fallas.

martes, 8 de marzo de 2011

Miami

Como pasa muchas veces, basta que prepares un viaje con mucha antelación y así salga todo perfecto para que el día que llegues tras tropecientas horas de vuelo y con ganas de sol, camisas hawaianas y horteras, macizorros por el paseo marítimo y toda esa postal que nos han vendido de esta ciudad te encuentres que… llueve. Por lo visto solo lo hace unos pocos días al año en Miami, pues bien, nos tocaron dos de ellos, y no puedes quejarte por que encima tuvimos suerte, no nos pasó un huracán cerca, que por aquellas latitudes es de lo mas normal.


No hay nada mas triste que llegar por primera vez a una ciudad que no conoces y te llueva, en este caso toda esa imagen que los del CSI se han encargado de colorear tan hábilmente se hunde con cuatro gotas de agua. Menos mal que las ganas de miamizarse era grande y no desanimamos así que llegamos al hotel después del traslado desde el aeropuerto donde el conductor se encargó de ponernos al día en usos y costumbres e informarnos de alguna que otra excursión que en días posteriores hicimos como buenos turistas que somos, ¡Ah! y de Horatio y compañía, ni rastro, nadie los ha visto nunca en la ciudad según nuestro cotilla conductor.

Esa noche la lluvia nos acompañó a intervalos pero decidimos hacer una primera incursión en la noche de la ciudad, un primer contacto con la calle mas conocida de South Beach, Ocean’s Drive. Toda una colección de edificios Art Decó que han servido de decorado para decenas de películas, desde “Scarface” hasta “Una jaula de grillos” o “algo pasa con Mary”, o series de televisión como Dexter, el ya mencionado CSI o aquella ochentera Miami Vice.


Los edificios se encuentran en perfectas condiciones, al menos por fuera. Por lo visto hay una normativa local que obliga a sus propietarios a tener las fachadas impecables aunque por dentro se estén cayendo, de no hacerlo se exponen a que les pongan multas, lo mismo que aquí que es justo lo contrario, tienen que dar ayudas para que rehabiliten, diferencias de mentalidades y culturas. Como pasa siempre, una vez que te has dejado impresionar por el continente toca embriagarse de contenidos, intentas averiguar quien está dentro, como viven, para que sirven. La realidad es que la mayoría son hotelitos con locales en los bajos dedicados a la restauración en gran parte, también hay alguna tienda de suvenir. Vamos, lo que cualquier paseo marítimo de ciudad turística costera que se precie, poca diferencia con Benidorm.

Cenamos en uno de esos restaurantes, el Fox Café, en un ambiente muy agradable, protegiéndonos de la lluvia debajo de una enorme sombrilla. Tanto nos gustó que a lo largo de los días que estuvimos allí repetimos con algún susto que otro en los precios, 80$ por un plato de espaguetis con mariscos, eso si, langosta incluida, casi me da un infarto. Después, tomamos algo en uno de los bares gay mas conocidos de la zona, el Palace, con actuaciones de Drags Queen en spanglish, el idioma oficioso de Miami, en plena calle y con los artista casi jugándose la vida parando coches para jugar con ellos como parte del espectáculo. Muy divertido aunque no nos enterásemos de la mitad. Al menos nos sirvió para tomar contacto con el ambiente y así de paso enterarnos de mas locales para tomar algo un poco mas tarde. Y vaya si aprovechamos la información…
Al día siguiente amaneció nublado y con mas amenaza de lluvia que no se llegó a cumplir, decidimos bajar desde nuestro hotel andando primero por el malecón para ver la playa y después por la otra gran calle de Miami beach, Collins Avenue que cruza de norte a sur toda esa parte de la ciudad. Mas edificios Art Decó y todas las tiendas de firma tanto europeas como americanas incluyendo nuestros Zara y Mango con tanto o mas lujo que otras que aquí consideramos mas caras como Ralph Lauren. El día no escampó así que todas las fotos quedaron un tanto deslucidas y es que uno tiene en su mente el colorido engañoso del CSI de las narices. Al menos la temperatura invitaba al paseo y yo estrené la camisa de flores que aunque era del H&M daba el pego perfectamente. Hay que camuflarse entre las especies locales.

Segundo día dedicado a excursión a Key West, último cayo de Florida, final de la ruta 1 y lugar de entrada para miles de cubanos que desde su isla escapaban del régimen castrista para entrar en los Estados Unidos en patera o como fuese al ser el punto mas cercano desde Cuba, 90 millas. Este lugar merece un tema aparte así que de momento lo dejaré aparcado, solo diré que me pareció un sitio muy especial.
Tercer día, visita guiada en autobús por parte de la ciudad para conocer otros barrios que de otra manera y sin conocer a nadie en la ciudad, no hubiese sido posible. De esta manera además de por zonas que ya conocíamos, estuvimos en la pequeña Habana, en la Calle 8, centro neurálgico de la comunidad cubana, en Coral Gable, zona residencial típica americana con ese tipo de vivienda que hemos visto en multitud de series y películas o por la City o centro financiero con sus rascacielos característicos. Después y una vez acabado el recorrido en bus continuamos otro en barco para ponernos los dientes largos enseñándonos las mansiones donde vive la gente bien en las islas artificiales creadas en la bahía. No hay una estrella latina que se precie de serlo que no tenga casa en una de estas islas, Emilio y Gloria Stefan, Paulina Rubio, Ricky Martin o Enrique Iglesias y su padre tienen la suya pero también Jackie Chan, Madonna o Shakira entre otros muchos. Vamos que lo de que se te acabe la sal e irle a pedir al vecino tiene que ser todo un show.

Aquella noche dimos una vuelta por Lincoln Rd. sorprendente calle peatonal, y digo esto por que no es habitual. Mas tiendas y restaurantes, lo fácil que te lo ponen para gastar dinero. Nos armamos de valor y como era la última noche decidimos ir al restaurante que Gloria Stefan posee, el Bongo’s, junto al puerto donde habíamos estado por la mañana y en el mismo edificio del AAA (American Airlines Arena), cogimos un bus de línea regular que en esta ciudad es casi simbólico, cuanto tienen que aprender en este aspecto de Europa en general y de España y mas concretamente de Madrid. El servicio no es muy frecuente y tampoco es muy bueno, eso si, no nos cobraron nada cuando quisimos pagar al conductor así que punto para ellos. Bajamos en lo que pensamos era la última parada y caminamos hasta el dichoso restaurante. Serían sobre las 20:30 y no vimos a nadie por la calle, ni una triste alma. Inevitablemente se te pasan por la cabeza todas esas escenas de pandilleros, violaciones, asesinatos a pistolazo limpio. No pasó nada, el restaurante cerrado a cal y canto (mas tarde nos dijeron que funciona mas como discoteca los fines de semana) y al intentar coger un taxi para la vuelta se produjo un altercado entre los trabajadores del gremio, todos de color y con pinta de ser inmigrantes de dudosa procedencia, de nuevo se me empieza a crear otra película en la cabeza, maldita televisión.
Todo acabó bien, regresamos y cenamos en un restaurante en Lincoln Rd. que, coincidencias de la vida, pertenecía a un alicantino y donde, según nos dijo, unos días antes había estado cenando Ana Obregón. Que rico me supo el JB que me tomé después de cenar y que tuve que decirle a camarero como preparar para evitar que me lo sirvieran como hacen allí, con medida y en vaso pequeño con mucho hielo picado. La noche se alargó hasta las tantas y habría mucho que contar pero esto ya es secreto de sumario.

Al día siguiente la resaca fue importante y había que preparar las maletas por que a mediodía nuestro simpático conductor nos recogería. Aún así, nos dio tiempo para dar una última vuelta por Ocean’s drive y Collins Av. y llevarnos así un excelente sabor de boca de lo que había sido toda una sorpresa. Una ciudad que no me atraía nada vista desde fuera y que, gracias a la recomendación de una buena amiga, conocí y vine enamorado.



Quiero dedicar esta entrada a Aida que es quien nos recomendó visitar Miami y sobre todo a Nacho que fue con quien hice el viaje y que a pesar de algún que otro susto, nos lo pasamos muy bien y fue un viaje inolvidable en todos los aspectos.