domingo, 17 de marzo de 2013

Puro Teatro

Muchos se preguntaran que tienen que ver Agatha Christie, Carlos Berlanga y las subprime, posiblemente en cualquier otro contexto absolutamente nada, sin embargo durante un tiempo forman parte por motivos diferentes, de la cartelera teatral madrileña.

Agatha Christie, novelista de intrigas policíacas, escribió "La ratonera" para teatro en 1952. Desde entonces lleva representándose en Londres, mas se sesenta años nada menos. En nuestro país se estrenó por primera vez en 1954 y desde entonces ha habido varias versiones. Hace un par de semanas tuve la oportunidad de ver la última, en el teatro Amaya y la sensación que me dejó es de cierta frialdad, además de un casi-sueño en la segunda parte. Los actores correctos sin llegar a despuntar, los escenarios algo cutres pero lo peor es que no acabé de percibir en ningún momento esa fina ironía inglesa que presuponía, sobre todo en alguno de los personajes. Me dio la sensación que al "españolizar" la obra ha perdido mucho y no me refiero a la traducción exactamente.

Una semana después, cambio de tercio, estreno en Madrid de "Subprime" en el Fernando Fernán Gomez. Otra intriga, esta vez española, escrita por Fernando Ramirez Baeza con Pep Munné y Chete Lera como cabezas de cartel. Crisis financieras, petroleras, corrupción política y presunto escándalo de faldas del mismísimo presidente del Gobierno, ahí es nada. Buena escenografía con inclusión de tres pantallas de vídeos donde se proyectan imagenes  que se producen en el exterior y hacen que la obra tenga un desarrollo muy ágil, casi cinematográfico. Imagino que no tardando mucho tendremos versión para la pantalla grande en forma de película. Buenas interpretaciones, sobre todo del ya mencionado Chete Lera, de Federico Aguado o el televisivo Daniel Huarte, además del protagonista, Pep Munné, aunque a veces me costase entender lo que decía. Una pega, que no creo que el teatro donde se hace sea el adecuado, las pantallas no se veían desde las últimas filas.

Difícil lo tienen los de "A quien le importa" después de que la idea, la suya, ya haya sido llevada anteriormente con diferentes niveles de éxito a los escenarios. Si desde fueran ya nos llegaron la maravillosa "Mamma Mía" con canciones de Abba o "We will rock you" con éxitos de Queen, aquí empezamos la veda con el "Hoy no me puedo levantar" mecaniano, el mejor de estas características y siguiendo los inspirados en canciones de Sabina, Complices, Nino Bravo entre otros, o ese batiburrillo que fue y vuelve a ser en estos momentos "Los 40 principales". Mención a parte estaría el dedicado a la copla "Enamorados anónimos" por el respeto y el gusto con el que se hizo y que sin embargo tuvo menos éxito que otros que no se lo merecían tanto.

Volviendo al que nos ocupa, "A quien le importa", pretende ser algo alternativo sin tantos medios como sus hermanos mayores, realizado en un teatro también mas humilde en cuanto a capacidad en butacas y metros de escenario. La historia que nos cuentan, parece que ya la hayamos visto antes, líos de juventud, amistad, amor. Quizás el planteamiento sea algo mas original al resolverse de manera que el protagonista, enfermo en un hospital, recuerda momentos de su vida confundiendo estos con los propios sueños o pesadillas, excusa perfecta para "meter" las distintas canciones que Carlos Berlanga escribió en su buena época para los distintos grupos donde estuvo, Kaka de Luxe, Pegamoides y Dinarama así como en su corta carrera en solitario antes de fallecer en 2002.

Destacar que los números, en general, están bien realizados aunque no haya versiones de canciones ya conocidas que me sorprendiesen/alarmasen, ciñéndose en demasía a las originales. Es algo que echo en falta en las distintas producciones de este tipo que se hacen en España, la falta de riesgo tanto en versionar las canciones como en llevarlas a otros contextos o épocas, algo así como hizo para el cine Baz Luhrmann en "Moulin Rouge", obra maestra imprescindible, o incluso como se hizo en la ya mencionada "Enamorados anónimos". A destacar positivamente la actuación del elenco, sobre todo Iván Santos Mora y Laura Artolachipi. También el  vestuario de Francis Montesinos, muy en su línea y perfectamente reconocible.

Mi opinión, en lineas generales, es que con mas medios y en un teatro mas grande, este musical hubiese lucido mucho mas, me da la sensación que si bien la primera idea era de haber hecho algo mas pequeño e íntimo (prueba de ello es que en principio se iba a estrenar en un teatro aún mas pequeño), ha terminado siendo algo a medio camino, como que ha faltado un último empujón para haber estrenado en la primera división y no en el Off Gran Vía. De ser así. espero que tenga éxito y que se pueda realizar, eso sí, después de pulir algunos gags que no acaban de cuajar ni tener gracia.