domingo, 21 de octubre de 2012

Los ojos de Lola

Lola es la perrita de mi hermano, un bichejo que llegó a una familia, la mía, muy poco dada a tener sentimientos hacia todo aquello que no sean humanos. Lleva unos años ya con nosotros y ya se ha convertido en una mas.
 
Muchos os preguntaréis a que viene hablar hoy de ella después de tantos temas, de alguna manera, trascendentes. Las mascotas se han convertido en algo habitual en nuestras vidas, no se el porcentaje pero en muchas familias hay una. Perros, gatos, pájaros, peces y ya los mas atrevidos meten en sus casas hurones, cerdos vietnamitas, serpientes o tarántulas (que todavía no encuentro la gracia a estos dos últimos pero bueno), lo cierto es que necesitamos que alguien nos espere en casa y que necesite de nuestros cuidados a cambio de compañía. No es mi caso, aunque nunca se sabe...
 
Lola no hace mucho ruido, no es una perra ladradora y chillona como hay tantos por ahí. En cuanto te ve te saluda con unos ojos alegres que tienen algo que la hace especial, si estas comiendo se pone a tu lado, se sienta y te pone ojos de perrillo necesitado, te cuesta no darle un trozo de lo que tienes en el plato, y si tardas te toca con su patita como para recordarte que está esperando.
 
Hace un año y pico se me olvidó incluirla en algo que no voy a explicar aquí y se me ha ocurrido esta manera para compensar aquello.
 
Para hablar de temas mas serios, ya habrá tiempo aunque últimamente estoy como las avestruces, con la cabeza metida bajo tierra por no ver la que tenemos encima.
 
 

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