lunes, 19 de marzo de 2012

Mitos y malotes

Acabo de ver el primer capítulo de la segunda temporada del coña-reality sobre Alaska y Mario Vaquerizo, ya sabéis, la extravagante vida de una pareja envidiable en muchos sentidos. Son divertidos, parecen tener una relación sana, un montón de amigos interesantes y una vida ajetreada a mas no poder, no te los imaginas tumbados en el sofá de su recargado salón viendo una peli porque da la impresión que no tienen 2 horas seguidas para ellos solos. Claro que no deja de ser un programa de televisión y ya sabemos que de lo que sale por la caja tonta y plana no hay que creerse ni la mitad. 

Precisamente de la barroca decoración de la casa de esta pareja sorprende, al menos a mi, la cantidad de retratos de grandes personalidades del siglo XX, desde Marilyn hasta el Sha de Persia y señora pasando por Bowie o los mas de aquí, Sara Montiel y Fabio McNamara entre otros, todos en conveniente multicolor y revisionados por un pop-art de tendencias andywarholianas. 

Hace unos años estar pintado por Warhol era señal de que eras alguien dentro de esa inalcanzable estratosfera, presuntamente undeground donde la varita mágica del artista neoyorquino te garantizaba pasar a la historia en forma de loco retrato mas propio de un hippy fumeta que de lo que, hasta antes de aquello, se consideraba artista. Alguien que te hace un cuadro de una sopa de bote y consigue que se pague millones por ello, una de dos, o era muy listo o realmente volvía idiotas a los que estaban a su alrededor. Tampoco voy hacer un estudio sobre su obra, comparando con otras al menos los cuadros de Andy son mínimamente visibles y lo que es mas difícil, entendibles al menos de un vistazo, interpretaciones aparte.

Hoy gracias al desarrollo digital, el photoshop y un poquito de maña cualquiera puede tener en casa un autorretrato copia de aquellos pero claro, no es lo mismo, aquello eran óleos pintados a mano. Si Warhol viviese hoy estoy seguro que se volvería loco con un Mac y no creo que tocase un lienzo salvo para colgarlo como hacemos nosotros ahora, eso si, no creo que en un futuro se hubiese hecho tan famoso como es hoy viviendo y creando en la época que le tocó hacerlo. Estamos en el siglo de la imagen, hoy la mente de un niño de 6 años ya ha retenido tantas como las que pudieron acumular durante toda su vida nuestros abuelos.

Se podría decir que ya no existen mitos pero seguramente estaría en un error. En los sesenta Marilyn era una rubia mas, conocida por sus películas y por que se tiraba al presidente con mas atractivo que han tenido los americanos en su historia y hoy es lo que es, imagen de toda una época sabiamente recreada en mi adorada "Mad Men". Los mitos no nacen, se hacen a lo largo de la historia y casi siempre, después de su muerte que si es dramática mucho mejor. 

Dentro de veinte años tendremos los mitos que se están creando en la actualidad, ¿y como se sabrá?, está claro, por que serán los motivos de decoración de lámparas, biombos, muebles de entonces. No voy a dar nombres, al menos hoy, pensad cada uno los vuestros, sería un bonito juego para comentar.

Seguramente habrá actrices y actores de hoy, algún político aunque estos lo tienen complicado viendo la fama que están criando. No me extrañaría que trascendiera algún borrico de Jersey Shore o de Gran Hermano viendo la promoción que le hacen sus cadenas. Esto sería para hacer una interesante reflexión, la carne como mito en si misma, la trascendencia del erotismo por si solo con independencia del nombre de sus protagonistas. Quizás no sea como para subir a los altares de la historia a ninguno pero es curioso el cambio de gustos en la actualidad, hemos pasado de la adoración por la elegancia inalcanzable de Grace Kelly a ponernos a nivel de calle. Hoy la referencia está en los barrios, la estética de poligono hace estragos, los macarras han impuesto una manera de ser que lejos de asustar, ponen, y ponen mucho. La mezcla de pose machista y mucha incultura (desgraciadamente, casi siempre no es pose sino cruda realidad) despierta los bajos instintos y de cierta ternura.

Los antiguos chulos, vocablo este que ha pasado de definición como de década, han pasado a ser los actuales malotes, tatuados, piercingnados y convenientemente vestidos por Foot Loocker o Decatlón como si de estrellas de la NBA se tratasen. 

Los malotes, macarras o chulos nunca pretenderán ir mas allá, al igual que los candidatos a mitos actuales, que duran lo que tardamos en cambiar de móvil. A lo mejor es que ya no queremos mitos simplemente por que hemos perdido la capacidad de admiración por alguien. Vivimos una etapa en el que no hay referencias, la desconfianza actual por todo el que está por encima de nosotros nos hace despreciar a cualquiera solo por que es famoso, sin mirar el porqué de su posición y el trabajo que le habrá costado conseguirlo. Solo miramos el cuanto vales y no el porqué.

De momento yo me quedo con Elizabeth, Marilyn, Grace, los Gary (Cooper y Grant) los James (Dean y Stewart) Clark Gable y tantos mas. Para lo otro ya están tipos como Rafa Mora o Marco da Silva.

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